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miércoles, 30 de noviembre de 2022

ÉL CORREDOR, LA ROSA AMARILLA Y LA MARIPOSA...

  LA ROSA

Ella broto del rosal que adornaba el muro que dividía dos viviendas. La rosa recién acababa de nacer y comenzaba a vislumbrarse el color de sus pétalos, ella se sentía muy afortunada pues descubrió que poseía el color que más le gustaba, era  el tercer color del arcoíris... AMARILLA...

Conoció a una preciosa mariposa Monarca que la  visitaba muchas veces durante el día, la mariposa solia saludarla dándole pequeños y suaves golpecitos en sus amarillos pétalos que ya asomaban  ¡Se hicieron  grandes e íntimas amigas! 

En poco tiempo la rosa comenzó a abrirse y mostrar la belleza de su forma y color, su aroma se esparcía en todo su derredor.

EL CORREDOR 

Él salió a correr como tenía por  costumbre, ya tenía recorridos bastantes kilómetros y en tiempo algo más de treinta minutos, cuando de pronto algo despertó su ternura y admiración , una mariposa Monarca revoloteaba pizpireta  muy cerca de él, parecía tener ganas de jugar y se sorprendió en gran manera cuando la preciosa mariposa con sus enormes alas amarillas y negras comenzo a darle pequeños golpecitos en uno de sus hombros, la mariposa inicio un ritual, le daba unos golpecitos en el hombro y se colocaba después justo delante de él y así varias veces consecutivas.

-¿Es que quieres que te siga? -se sorprendió a sí mismo hablando con la mariposa "debo estar un poco nut (loco)" 

La mariposa cambio su gesto y se balanceó de arriba abajo para darle  a su manera un "siiii" como respuesta.

-¡Vale preciosa, guíame! 

La mariposa mostraba una alegre prisa, al corredor le recordó a los niños cuando yendo de camino al parque saltan cantando muy alegres.

 Se detuvo justo delante del rosal, él corredor la siguió con mirada atenta y curiosa. La mariposa dio sus acostumbrados golpecitos de saludo a la rosa y volvió rápido a darle toques al hombro del corredor, repitió esto por tres veces...

-Ya la veo...es la rosa más bonita y especial que jamás he visto... Creo que me he enamorado...

LA ROSA

Ella se percató de la presencia de aquel humano pero no sé fijo detenidamente en su físico pues estaba centrada en las cosquillas que la mariposa le hacía con sus golpecitos, entonces quiso fijarse pero él corredor oculto su rostro bajo la capucha de su sudadera, eso despertó la curiosidad en ella y comenzó a observarle, vio como él corredor sacaba una  libreta y un bolígrafo de su pequeña mochila que llevaba alrededor de su cintura se sentó frente a ella y comenzó a escribir, escribió poemas para ella , escribió hermosas reflexiones amenizadas por románticas canciónes...hasta que el corredor se marchó a cumplir con sus obligaciones diarias...

-¿Crees que Volverá mañana? -le preguntó a la mariposa y está respondió afirmativamente moviendo sus alas muy rápidamente.

EL CORREDOR 

No podía dejar de pensar en la rosa y se le hizo eterno el momento de correr hasta donde ella estaba.

-¿Estará esperándome la preciosa mariposa para guiarme de nuevo a dónde está mi rosa amarilla... donde está ...ella...?

No tardó en obtener la respuesta, allí estaba la mariposa Monarca esperándole, le saludo con la misma algarabía y la misma alegre danza que el día anterior y también repitió con sincera felicidad los golpecitos en su hombro y juntos con impaciente rapidez se dirigieron hacía el rosal.

Cuándo él corredor la tuvo a pocos metros de ella, hizo una pausa, se detuvo para ocultar  su  rostro bajo la capucha... Después de quedarse  quieto... con decidida impulsividad  alzó sus manos hacía la rosa ...hacía ella ...y la corto...

-Igualmente si no lo hago yo lo hará cualquiera.

 Y con la rosa en sus manos se dirigió a su casa.

La mariposa se quedó quieta...no supo reaccionar y su alegría comenzó a desvanecerse... tenía un mal presagio.

LA ROSA

El corte no le dolió, ella estaba muy emocionada, estaba feliz pues Él hombre sin rostro, él corredor, al cual amaba se la llevaba a su hogar para cuidarla, para estar cerca de ella durante más tiempo, para escribirle mas poemas y dedicarle muchas mas canciónes, para mirarla e impregnar de su aroma el dormitorio...para ver su rostro y acariciarla y besar cada uno de sus pétalos y una vez abierta del todo sentir sus besos en el centro de ella...

¡Serían felices! Si...

Ella sabía  que no viviría tanto tiempo como él, sabía que su TIEMPO  corría con imparable aceleración como la breve lluvia que cae de una pasajera nube de verano, al fin y al cabo solo era una rosa de una sola estación...una rosa pasajera... contrariamente y en su superioridad de ser humano para él, el TIEMPO  pasaba a velocidad media, ella se iría mucho más pronto y él seguiría viviendo sin ella cuando se marchará, pero no le importaba eso en demasía, ahora estaban juntos y lo viviría con intensidad y lo que más deseaba era darle TODO y que esa entrega llevará el sello de la reciprocidad, era suya y él suyo... Asi con todo ese AMOR con todo el deseo se dejó llevar por él.

 Llegó a su casa e introdujo la rosa en un recipiente de cristal con una pequeña cantidad de agua y la tapo con una urna de cristal y sin destapar su rostro acariciando la urna de cristal que les separaba le habló de AMOR...

-Pronto me verás mi bella rosa AMARILLA ¡TE AMO!

Ella se ilusionó con la promesa y esperó con anhelo el momento de ver su cara y conocerle.

La rosa le miraba a través del cristal, ella se encontraba en su máximo explendor, sus pétalos ya abiertos presumían de un bellísimo amarillo resplandeciente y provocador,  pétalos que si de un cuerpo humano femenino se tratará, sería traducido  en unos suaves ... carnosos y calientes labios entreabiertos que se ofrecen a todo...  ella desprendía y  exhalaba AMOR... en toda ella.

 Vio como él se preparaba y pensó que se disponía a cumplir con sus obligaciones laborales.

 Se  acercó a ella, tanto que  impregnó el cristal con la humedad de su aliento  y con la voz algo baja susurrante y sugerente le dijo:

- Vuelvo rápido cielo, quiero hablarte y estar contigo ¡TE AMO!


Incontables sensaciones la recorrieron y comenzó a soñar despierta visualizando con su imaginación que él volvía pronto, se descubría el rostro la sacaba de su urna de cristal la tocaba toda con sus dedos... Sus labios la besaban en cada pétalo y su aroma se tatuaba en la mente del corredor como marca de fuego que jamas se borra ni se olvida...


Pasaron horas y más horas, el día se hizo noche y llegó un nuevo día que transcurrió igual de lento y silencioso que el anterior...la estancia estaba tan oscura, solo una timida luz del día podía apreciarse por entre las persianas cerradas del ventanal ... y el frío...tenía tanta sed...

Ella no entendía porque él se retrasaba tanto ¿Le habría ocurrido algo grave? Se estremeció solo de pensarlo...                                                      De pronto unos pequeños golpes hicieron vibrar la urna de cristal que la cubría, unos leves y continuados golpecitos, después de que se repitieran por largo rato y ponerles mucha atención pensó que esos golpecitos le eran muy familiares...pero tenía tanta sed... él volvería sin tardar más porque apenas la había dado la suficiente agua como para mantenerse unas horas y ya habían pasado dos días... Se sentía débil, varios pétalos se desprendieron de ella...se encontraba cabizbaja y sin fuerzas... El color del sol en ella se apagaba...comenzaba a marchitarse... aún así ella le esperaba y le esperaba.

-¿Asi es como se siente que se aproxima el final ? Yo tenía asumido que me iría antes que mi corredor...pero no tan antes de tiempo... él ya va a llegar, me dijo que regresaría rápido y que quería estar conmigo, me dijo "¡TE AMO!"  Y yo le amo tanto. Cumplirá lo prometido...de seguro le ha pasado algo grave ... solo un poquito más de luz y un poquito de agua ...y aire... 

De nuevo esos golpecitos la sacaron de su desesperación, ahora sonaban mas débiles y más pausados, le eran tan familiares...

Una tenue luz le anunció un día más , sentía una dolorosa rigidez en su tallo y en los pétalos que le quedaban... Solo anhelaba escuchar la puerta abrirse y oír su voz decir "¡Éstoy aquí mi vida!" ... Pero es que esa oscuridad tan fría... ese silencio que lo inundaba todo ¡los golpecitos! apenas eran ya perceptibles, tan débiles como su cuerpo... Y entonces con la espera, otra noche mas se hizo presente y la rosa ya no sentía su cuerpo...solo un letargo se iba apoderando de ella, y unas imágenes comenzaron a hacerse casi reales en su mente...

De forma inesperada vio y sintió una luz llena de calor, la identifico rápidamente ¡Era el sol! ¡Si!  reconoció el entorno verde , reconoció esa pared de la cual ella sobresalía, reconoció el jolgorio del ruido de las aves de la brisa, el frescor de las gotitas de rocío y esos golpecitos...la mariposa Monarca estaba allí jugueteando y haciéndola reír, ambas reían, sintió felicidad, serenidad y un tibio calor, sintió paz, estaba en casa.

 Un sonido irrumpió entre los demás, también lo reconoció al instante, era el sonido de  pasos humanos, firmes y muy rápidos...era él corredor...jamás la rosa amarilla en toda su vida sintió  más AMOR . Él estaba allí muy próximo a ella y a medida que se acercaba levantó sus manos agarró la Capucha que ocultaba su rostro y comenzó a deslizarla hacía atrás, la rosa contuvo un suspiro.

 -Voy a ver tu rostro mi AMOR...TE AMO 

Y todo se volvió negro, regresó el frío ... Llegó el último aliento...la rosa murió durante la ausencia del corredor...

EL CORREDOR

Abrió la puerta y entró en su casa, le pareció que estaba más fría y silenciosa que otras veces, se extrañó de percibir una sensación de vacío y tristeza...

Encendió la luz y su mirada se dirigió al lugar que el había escogido para colocar la rosa amarilla, estuvo parado por unos segundos, sus ojos la miraban, solo la miraban y su mente recordó a una rosa amarilla que apenas reconocía en esta, se acerco a ella ... apartó la urna de cristal y seguidamente retiro la capucha de su rostro, la tomó por el tallo que ahora era negro y opaco y apenas rozando con su mano la flor, pensó en que quería besarla... la llevó a su boca y al breve rocé de sus labios sintió un escalofrío y en un impulso casi involuntario soltó la rosa y la dejó caer, al topar contra el frío suelo se partió en cientos de pedazos... Él corredor estaba sin reacción, la miraba fijamente...el silencio y el frío lo traspasaba todo, no podía apartar los ojos de esa imagen en el suelo, la rosa amarilla marchita y a su lado una  inerte mariposa Monarca... breves bellezas muertas...

Él corredor dió medía vuelta, tardo solo unos segundos en volver con una escoba , las barrió, las depósito en el recogedor y las tiro a la basura. Entró en su dormitorio cambió su indumentaria por una más deportiva y salió a correr...

FIN

BETFAGUE MAGDALA