JAMAS ME GUSTO TENER QUE ELEGIR
Aunque el juego de la vida se basa en decidir o elegir entre dos opciones, mayormente suele ser un simple "si" o "no". La repercusión de esas dos palabras abre un abanico extenso de posibilidades y he ahí la incertidumbre que nos lleva a agotar hasta el último segundo en la elección, siempre y cuando tengamos dudas, pero la realidad es que aunque tengamos clara la opción...las repercusiones pueden ser las mismas... ¿Quién sabe que hubiera pasado sí hubiéramos tomado la elección contraria? Los "¿y sí hubiera?" son el peor depredador y puede ser la gran incógnita de la vida para quiénes ya optaron y la elección escogida resultó en infelicidad o insatisfacción o fustracion... Jamás me gustó elegir... pero así es la vida y no puedo evadirla ni resarcirla... La vida es dualidad, si, porque vivimos en decisiones de elección constantes todos los días...y a veces nos enfrentamos a decisiones que son contradictorias en nuestro propio yo...una parte de nosotros...