LA FLOR Y LA TORRE

Solo la tierra hace que tengamos algo en común...
La tierra, esa tierra que pertenece a la ciudad qué alberga las más famosas y conocidas leyendas, esa tierra contiene y hospeda los cimientos que te permiten permanecer alta, erguida, inamovible y eterna...

Esa tierra a la vez, hospeda mis pequeñas raices sobre las cuales he germinado, sobre las cuales he crecido recta y reconozco que lo he hecho con una ansiosa prisa por llegar a tu doble y pequeña ventana, cada día que soy regada, me alzo unos milímetros más para tratar de alcanzarla y colarme en las entrañas más íntimas de la legendaria Alhambra, y así, adornar  sus cuartos internos  de insonoras campanillas blancas que pretenden  impregnar, su exaltante perfume en esa   imponente torre que alberga una atrayente leyenda...

Ojalá el tiempo de vida y la breve estación primaveral, me permitan seguir creciendo tanto como para hacer realidad ese ansiado sueño que tengo y entonces, poder saber qué es lo que la torre mira expectante cada minuto, cada hora, cada jornada y cada eternidad...
Soy una humilde planta, llena de flores que vivirá una breve estadía. Veo sin cansancio como el Rey sol se desarma en la piel de tu muro...se  acaricia... te acaricia y te hace sacar los colores al despedir el día, siendo consciente de que al próximo amanecer , le darás permiso para retornarte el calor que la luna te roba, pero en una breve diada, te lo intercambia por la inefable belleza atrapada en un suspiro sostenido, que te invita al misterio de la noche granaina... 

Me estiro con vehemencia y haciendo uso de mi tenacidad, mi osadía, mi persistencia e insistente y desesperada prisa, reclamo a mis impasibles raíces que rápidamente se salten la fase de los retoños verdes, que un suspiro, lleguen a esa ventana de origen árabe, para saber  si es cierto que ven aquello que yo apercibo, eso mismo que ven y comentan los imparables transeúntes con su cotidiano y paciente trasiego...si, esos transeúntes que vienen a visitarte y desde lejos dicen que ven...

 

No... 

Más bien la ve a ella... Si la ve, ve la sublime, preciosa y querida ciudad de Granada.

Betfague Magdala

FOTO: Betfague Magdala