Cuaderno de a bordo... esta noche la luna es luna llena y ella está callada , yo quisiera saber si ser tan cambiante es una costumbre o si es que está atrapada o si es una esclava involuntaria de un bucle sin fin sometida a la inercia de una órbita exacta.
Tengo sed...
En mis manos una copa de vino rosado acoge el frio de unos cubitos de hielo y espera ser apurada mientras las palabras desesperan impacientes incitando a mis dedos a ser paridas por la escritura.
Enseguida una brisa tímida y agradable y exenta de sal reclama mi atención, me llama y sin aviso ni permiso me toca, alborotando mi pelo...hace una pausa y se ausenta para regresar en unos segundos.
Escala suave y paciente, provocando un cosquilleo en mi vientre...
Besa mis labios...
Yo me dejo llevar , pues es placentero...
"¿Quién eres?" pregunto.
Y la luna me habla... "Estoy en tu rostro"
Yo le respondo: "No...tú estás...lejos...muy lejos "
Y sigue hablándome: "Si, estoy en tu rostro... porque tus lágrimas que lo recorren son mi espejo . Le he pedido a la brisa del viento que te llame en mi nombre, y ¿Sabes? Creo que se ha enamorado de ti, pues yo solo le pedí acariciar tu cara. Verás, tu sabes que no puedo detener mi destino, no puedo detener este viaje fiel y leal que al igual que tú ciclo de mujer, yo lo cumplo como ciclo lunar y como soy esclava de una ruta que repito sin voluntad desde una fecha que no recuerdo. Por favor, antes de alejarme del espejo de tus lágrimas ¡Betfague! Te pregunto ¿Tienes un mensaje para él que yo puedo y quiero entregar cuando mi espejo sean sus ojos?
Betfague: "Si...hay un mensaje..."
La luna: "Dímelo y se lo entrego"
Betfague: "El mensaje soy yo...toda yo..."
Betfague Magdala
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