Hermoso Álamo tu querías ser servil...tu ahora sabes que para ser servil al prójimo primero se ha de experimentar lo que te conduce a la empatía.
Álamo tu
querias y deseabas ser de ayuda, pero este "lugar" otorga deseos que tienen un
precio, aceptaste el precio y sin querer ni poder zafarte de ese precio lo
pagaste año tras año ... una Y otra vez estación tras estación...te inundaba
cada tormenta toda su se lluvia se derramaba sobre ti y en honor a tu propósito
te creaste la fantasía de que cada gota de lluvia, eran lágrimas que provenían
de seres celestiales que habían soltado su dolor y que en el acto de expulsarlo
de ellos lo arrojaron "aquí abajo" sin importarles quién sería víctima de su
inmaduro desprendimiento... con indiferencia y mirando ha otro lado tiraban sus
lágrimas hacía abajo y se evadian de su responsabilidad.
Y entonces hermoso
Álamo te diste cuenta de que no estabas solo, viste que ese dolor en forma de
lluvia no solo lo recibiste y lo acogiste tu, también lo acogieron los seres
humanos que como traseuntes pasaban, corrían y paseaban debajo de ti e
inconscientes de la realidad y también impregnados por esa lluvia que llegaba a
ellos, después de ser frenada por tus hojas, el triste sentimiento de dolor que
los seres celestiales habían rechazado también caía sobre ellos llevándoselo
puesto humedamente en sus vidas...
Yo pasé por allí y me detuve para admirarte
para sonreirte y para sentirte, me entregué al refugio de tus ramas y de tus
hojas. Y así fue como tu y yo acogimos de los ángeles los residuos de su
debilidad... tu fuiste el primero en recibir esa lluvia...
Mi hermoso Álamo
tuviste que escoger entre morir por las inclemencias y adversidades o aceptarlo
como un dolor ajeno y desprendido voluntariamente, pero de la misma forma
arrojado sobre las vidas que están expuestas a las vicisitudes de una vida que
cambia cual vertiginosa peonza que es lanzada con impetusa fuerza con la
intención de que su giro sea lo mas durable posible... o tomar la antorcha del
sufrimiento, encontrar y vivir una emoción, un sentimiento y no derrumbarte y no
dejarte llevar cual tronco muerto a la deriva y jaleado con violenta prisa
conducido a la intempestad de la corriente del rio, y de la existencia y ser
como un moribundo junco chocado contra cada diminuta piedra y cada prepotente y
enorme roca...terminando a ser pequeños pedazos con los que el agua del río
creyéndose victorioso depredador juega en sus trayectos mas tranquilos...
Siempre hay otra opción y tu escogiste... los dos escogimos por igual, No nos quedamos a esperar a que pasará la tormenta diciendo"ya saldrá el sol" ¡NO, NO NO NO! nosotros ATRAVESAMOS la tormenta y encontramos el lugar donde luce el sol, escogimos aprender la moraleja y hacerla una lección de vida que compartir con los visitantes del camino .
Mí querido y
hermoso Álamo justo antes de morir sabrás que irremisiblemente serás tragado por
el mar y jamas serás encontrado... y yo acabare siendo grises cenizas diluidas
en ese mismo mar...
Solo seremos OLVIDO para todos y como todos.
Pero
¿recuerdas? estamos bautizados por la misma malavenida agua de lluvia celestial,
tu no has venido "aquí" para eso y yo tampoco... Yo y tú hicimos de esas
lágrimas celestiales. Empatía...
comprensión...
compasión...
AMOR...
Mí querido
Álamo, la adversidad de la vida no me derrumbó totalmente, hice del sufrimiento
la energía de la cual fortalecerme, hice combustible de cada gota de lluvia
dolorosa que se nos arrojó para tomar energía y levantar el puño...
Ya no cabía
más lluvia en mí...
Saque coraje y gritando mas que la tormenta impuse mí
determinación y así, con el alma, el cuerpo y la mente inundadas de dolor
celestial avance.
Y si, hoy la inclemencia y la adversidad sigue lloviendo de
vez en cuando porque es parte de esta vida y porque es cobarde y continúa
arrojándose sobre nosotros pero jamás jamás jamás obtendrá de nosotros mi
querido y hermoso Álamo ni un ápice de derrota porque no escogimos la rendición
ni la derrota ni el fracaso ni la impotencia, escogimos levantarnos sonreír
sacar fuerzas y optimismo, escogimos ser grandes fuertes y hermosos, escogimos
la opción del "yo puedo" escogimos aprender para la posteridad y para el
prójimo.
Y así es como transformamos las inclemencias y las adversidades en
RESILIENCIA.
Betfague Magdala
FOTO : Betfague Magdala