Todas las decisiones que tomamos a largo de nuestra vida, conllevan elegir una opción y desechar o renunciar a otra, generalmente haciendo uso de la libertad de elección, elegimos por voluntad propia. Todos los días elegimos y decidimos que apenas tienen importancia, son rutinarias, pero hay otras que ameritan meditar mucho y sopesar las distintas opciones, porque son trascendentales y pueden cambiar nuestra vida. Elegir que carrera estudiar, que menú comer, elegir entre varias ofertas de empleo, en que ciudad vivir, que película ver y hay decisiones que pueden ser vitales como elegir o rechazar un tratamiento medico que puede ser una mejora o un empeoramiento de la salud. Pero hay un ámbito en concreto en la vida del ser humano que a pesar de tener mucha transcendencia y que puede cambiarla y marcarla de forma muy significativa e incluso irreversible, tanto para bien como para mal, ahí no hay elección, hablo del AMOR, no nos pertoca elegir de quien enamo...
