El sendero , mi sendero...ese que me queda por pisar, el que me dirige al incierto y expectante futuro, ese al igual que todo otro sendero y tú sendero, es virgen.
Encuentro piedras de tropiezo que van causando intermedios en la andadura de este mi sendero...no pretendo desechar esas piedras, ni apartarlas y tampoco lanzarlas lejos para que la maleza que bordea los margenes las oculten, no las llevo conmigo como compañeras de vida para cargar con ellas como quien carga con una culpa, como quien carga con un peso muy grande y después de haber caminado un pequeño trecho, se quedan varados...no pueden ni quieren soltar esas piedras pesadas y llegan a sentirse tan exhaustos, tan cansados que escogen rendirse y adelantar el final del sendero...Esas piedras tampoco las acumulo una sobre otra, pues son tan numerosas que pudiera construir un fuerte y alto muro...un lugubre frio y húmedo muro de moho lleno de silencios y vacío de esperanza, un muro levantado con piedras de recuerdos dolorosos tan insalvable y tan alto que llegaría a tapar el sol, un muro que detendría mis pasos y que sólo me serviría para caer resbalando...
caer relentizadamente...
ir cayendo...
Ir cayendo apoyada en ese muro mientras me araña y me desgarra la piel...
Ir cayendo hasta llegar ha recostarme en el negro fango del suelo y terminar aceptando su invitación de quedarme a vivir allí eternamente, estancada e inmutable fundiendome en su fría oscura e insensible sombra.
¡¡No utilizaré así esas incontables piedras, NO...!!
¡¡Aunque azote la tormenta, aunque el viento sople contra mi o cuando el sol y su suave calor me acompañe, cuando las flores adornen este mi sendero y las mariposas revoloteen cerca de mi, cuando con mi resiliencia salte los charcos del tiempo desfavorable y la niebla de la incertidumbre me rodee!! Así como esas piedras vayan apareciendo, las iré colocando en el suelo de mi sendero, una delante de la otra, construyendo con ellas un camino de continuidad, un camino para avanzar, una pista donde bailar con la música de mi sonrisa.
¡¡No utilizaré así esas incontables piedras, NO...!!
¡¡Aunque azote la tormenta, aunque el viento sople contra mi o cuando el sol y su suave calor me acompañe, cuando las flores adornen este mi sendero y las mariposas revoloteen cerca de mi, cuando con mi resiliencia salte los charcos del tiempo desfavorable y la niebla de la incertidumbre me rodee!! Así como esas piedras vayan apareciendo, las iré colocando en el suelo de mi sendero, una delante de la otra, construyendo con ellas un camino de continuidad, un camino para avanzar, una pista donde bailar con la música de mi sonrisa.
Esas piedras convertidas en mi sendero me ayudarán a pisar con firmeza, confianza, esperanza, ilusión, fuerza, seguridad y libertad.
¡SI! Así utilizaré mís piedras una delante de otra...
Betfague Magdala
¡SI! Así utilizaré mís piedras una delante de otra...
Betfague Magdala
Oh, preciosa alegoría sobre la vida...elegimos sendero, elegimos la vida y sus consecuencias, buenas y malas. Me a encantado que elijas sendero y no camino, como alguien dijo; Abandona los grandes caminos, sigue los senderos. Un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias por tu apreciación TL.
ResponderEliminarSi, prefiero los senderos y tu cita refleja mí pensar. Estoy de acuerdo con lo que dices "elejimos la vida y sus consecuencias buenas o" menos buenas... Siempre hay elección y tomamos una decisión y a veces esa elección y decisión no coincide con lo que deseamos...
Un abrazo fuerte para ti
Deseamos el sendero menos transitado.... y acabamos desfilando por el camino ancho... Otro abrazo fuerte para ti. Admiro tu selección de palabras y como las derramas sobre el papel, y sobre todo, los sentimientos tras ellas.
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